La minería en el eje Icabarú es una contradicción dada la condición estratégica de esta cuenca para la economía y para el funcionamiento de Venezuela. La minería pasó de ser dispersa y de pequeña escala, ejercida por aventureros y locales, a ser un foco minero anárquico de gran importancia y magnitud para la red delincuencial que se ha apoderado de todo el mundo minero en Venezuela en los últimos 20 años. Es urgente una nueva política que defina un ordenamiento y una gestión territorial coherente para la cuenca del Icabarú y para todo el Alto Caroní, que esté al servicio del interés general del país, garantice la funcionalidad del sistema de generación de energía eléctrica del embalse Guri, y que ponga fin a la anarquía, la violencia y la destrucción socioambiental. El Parque Nacional Canaima, Sitio de Patrimonio Mundial, no estará a salvo mientras el foco de perturbación del Eje Santa Elena de Uairén – Icabarú persista y no sea controlado y disminuido.
El río Icabarú es uno de los tributarios más importantes del río Caroní, en el espacio geográfico fronterizo con Brasil, y en cuya cuenca de 5.030 km², a pesar de las graves huellas que le ha dejado la minería, contiene una valiosa y estratégica cobertura boscosa.
- Lea informe completo en español publicado por SOS Orinoco el 20 de mayo, 2020 «Minería en Icabarú, Cuenca Alta del Caroní: De la Incoherencia a la Anarquía Criminal de Estado»
- Read the full report in English released by SOS Orinoco in May 20, 2020 «The Icabarú Mines in the Caroní River Basin: Incoherence, State-Sponsored Anarchy and Criminality»