La Minería Aurífera en el Parque Nacional Yapacana Amazonas Venezolano: Un caso de extrema urgencia ambiental y geopolítica, nacional e internacional

El Parque Nacional Yapacana tiene 2.000 hectáreas de su superficie bajo una minería aurífera absolutamente ecocida. El impacto sobre sus ecosistemas no sólo lo es en términos de superficie directamente destruida, sino además por el efecto radial y expansivo de los más de 2.000 mineros que están ocupando el Parque Nacional actualmente. Esto hace que Yapacana sea, sin duda, el que tiene mayor nivel de destrucción de entre los 44 parques nacionales venezolanos. La minería ya estaba allí presente desde mediados de la década de los 80, en unas dimensiones muy pequeñas, pero su crecimiento acelerado se inició en el año 2004 y tomó una pendiente muy alta a partir de 2012 y 2014. Toda minería, dentro de Yapacana como en el resto del estado Amazonas, es ilegal. Desde sus orígenes la minería estuvo vinculada a un negocio dirigido desde Colombia y protegido por la guerrilla de ese país. Ocasionalmente las autoridades venezolanas realizaron acciones de desalojo de los mineros.

La actividad minera ya estaba presente en muy pequeña escala a partir de mediados de la década de 1980, pero su acelerado crecimiento se inició en el año 2004 y tomó una trayectoria exponencial a partir de 2012 y 2014. Toda la actividad minera dentro de Yapacana, así como en el resto del estado Amazonas, es ilegal. Desde sus inicios, esta actividad minera ha estado vinculada a una operación empresarial dirigida desde Colombia y protegida por la guerrilla de ese país. De vez en cuando, las autoridades venezolanas han tomado medidas para desalojar a los mineros. Sin embargo, paulatinamente y cada vez más, las autoridades venezolanas han dejado de tomar medidas efectivas y han cedido el control del ELN. Esta rendición ha sido pactada bajo un esquema criminal que beneficia a militares y políticos venezolanos. Sin duda, Yapacana es la zona minera más grande y menos regulada de toda la región Orinoco-Amazónica (incluyendo Colombia y Venezuela), algo que aporta un sustento esencial a la economía colombiana y sirve como la principal fuente de apoyo financiero del ELN.

Hemos podido determinar, con bastante precisión, la magnitud de las cicatrices físicas que han dejado las actividades mineras en el Parque Nacional Yapacana, y hemos logrado comprender la dinámica que se esconde detrás de estas cicatrices. Dada la voluntad política y las medidas adecuadas, el impacto físico y ecológico en YNP se puede revertir o al menos se pueden crear las condiciones para que la Naturaleza se encargue de curarlos (al menos aquellos que son más visibles). Sin embargo, lo que ocurre en Yapacana tiene repercusiones que van mucho más allá de lo ambiental y son de dimensión nacional e internacional.

Lea el informe completo en español publicado por SOSOrinoco el 15 de marzo, 2019: “La Minería Aurífera en el Parque Nacional Yapacana, Amazonas Venezolano | Un caso de extrema urgencia ambiental y geopolítica, nacional e internacional”

Nuestra posición ante
el Arco Minero del Orinoco

Arco Minero del Orinoco

El objetivo de SOSOrinoco es documentar y dar visibilidad a toda la problemática de la Amazonia, Orinoquia y la Guayana venezolanas, crear conciencia sobre la tragedia que está ocurriendo y perfilar algunas medidas urgentes que se deben tomar para detener el desastre humano y ecológico que se está desarrollando.