La Ley Orgánica de la Megareserva de Agua Dulce y Biodiversidad del Sur del Orinoco y la Amazonía Venezolana, sancionada por la Asamblea Nacional el 27 de noviembre de 2018, tiene como propósito fundamental desarrollar una política transgeneracional y los instrumentos necesarios que garanticen a perpetuidad la integridad ambiental y la base de recursos del país, para el disfrute de la presentes y futuras generaciones, los cuales vienen siendo amenazados por actividades extractivistas como la minería en todas sus formas, particularmente en las “Áreas Protegidas” “Áreas Bajo Régimen de Administración Especial” o “Áreas de Especial Importancia Ecológica”, ubicadas en los Estados: Bolívar, Delta Amacuro y Amazonas, donde se encuentra aproximadamente el 80% del agua dulce del país y más de 10.000 especies vegetales de las 14.000 a 15.000 especies existentes en el territorio venezolano, según estimaciones del ecólogo y experto internacional Doctor Otto Huber.